sábado, 2 de julio de 2011

Cómo Emprender

Cómo emprender un negocio propio : El negocio propio es el sueño de muchas personas que, por diferentes razones, no consiguen insertarse en el mercado laboral, empleándose en una compañía; o que, simplemente, quieren ser sus propios jefes, desarrollar su idea o profesión de manera independiente e incluso, con el tiempo, generar empleo y contratar trabajadores.
Dependiendo del tipo de emprendimiento que se quiera iniciar, existirá la posibilidad de comenzar desde cero o bien de adquirir un negocio en funcionamiento, una franquicia para explotar o recibir la herencia del negocio familiar para trabajar allí.
Recuerda que todo negocio parte de una idea que puede ser desde la más rebuscada hasta la más sencilla y que puede no ser tuya. De hecho puedes encontrar cientos de ideas de negocio propio en Internet o en las revistas de negocios, en conversaciones con amigos o colegas; pero es importante estar atentos a la oportunidad.
Si no quieres usar una fórmula hecha por otro y quieres tener tu propia idea, existen técnicas para hacerlas surgir y, desde allí, desarrollar proyectos de productos o servicios para tu negocio propio.
Lo primero que tienes que hacer es reconocer necesidades insatisfechas. El mejor mercado y más receptivo es aquél donde todavía nadie se ha encaminado; así que si en algún momento te encuentras exclamando “cómo puede ser que no haya un negocio así en esta ciudad”; allí tienes una necesidad insatisfecha. Claro, debe ser una necesidad que pueda ser generalizada y compartida por mucha más gente y no un capricho personal.
Si detectas una necesidad insatisfecha puedes estar ante tu “nicho de mercado”.

El siguiente paso es investigar las tendencias y averiguar sobre las costumbres, estilos de vida y gustos de la comunidad donde has detectado la necesidad insatisfecha para determinar si es viable tu negocio allí. Mientras más datos puedas averiguar acerca de las tendencias de consumo de los pobladores, más amplio panorama tendrás de tu posible éxito o fracaso.
Antes de iniciar un negocio, incluso antes de encarar una lluvia de ideas ten presente cuáles son tus cualidades, qué te gusta hacer, qué sabes hacer, qué te gustaría tener, cómo las conseguirías y qué necesitas reforzar para alcanzar tus objetivos.
Una gran idea, si acaso el mercado está insatisfecho pero todos los nichos explotados, es mejorar los productos existentes. Ya tendrás un público para conquistar y tu herramienta no será la originalidad sino la innovación de algún producto que ya se encuentre en el mercado pero que no satisface totalmente la demanda del público.

El cambio puede ser muy diverso dependiendo del producto; a veces basta con una mejora del envase, color o tamaño, así como de propiedades o variedades del producto que los clientes demandan sin ser oídos, o de un mejoramiento del servicio integral que incluya, por ejemplo, el envío a domicilio.
Mantenerte informado por internet, publicaciones especializadas y todo el material que puedas encontrar te beneficiará para conocer las últimas tendencias en torno a tu negocio y el mercado en que estás inserto. Puedes obtener grandes ideas de los periódicos o sucesos anecdóticos que escuches en la calle; por eso es importante estar siempre atento a las oportunidades.
Y mejor aún si puedes debatir tus ideas con amigos y familiares que ten otro punto de vista y ayuden a generar o mejorar tu negocio; además puedes asistir a conferencias de empresarios para conocer opiniones de gente experimentada, conseguir algunas referencias y hasta ganar nuevos contactos con quienes compartir inquietudes y negocios.
Ya sea que inicies un negocio desde cero, que continúes un negocio familiar o adquieras uno en marcha, tendrás que cumplimentar diversos trámites y, claro, destinar diferentes inversiones de capital y trabajo; pero sin dudas, lo que todas las opciones del negocio propio precisan son estas indicaciones que tienes que tener en cuenta:

1- Consolida tu producto o idea. Si se te ha ocurrido una buena manera de hacer dinero, escríbela en un papel y deja que otras ocurrencias aparezcan y sean escritas. Así podrás analizar fríamente si tienes algún pensamiento equivocado o no.

2- Haz un análisis de mercado que te permita descubrir si esa idea que has tenido satisface una necesidad de mercado o bien si ya ha sido agotada. Además te permitirá reconocer a tus posibles competidores y sus estrategias de mercado, lo que será muy útil para que tu prepares el perfil del público al que quieres dirigirte con tu producto o servicio.

3- Da un buen nombre a tu negocio; recuerda que será la imagen y la primer impresión de tus nuevos clientes, por lo tanto debe ser original, atractivo y representativo. No es una tarea sencilla, pero puedes usar otra lluvia de ideas y un papel, para anotar tus ocurrencias y luego elegir el nombre indicado. Una vez que lo eliges debes registrarlo como marca y elegir la estructura legal en la cual encasillarás tu negocio/empresa. Es importante que cuentes con ayuda técnico en este paso, así que hazte de un abogado y un contador para que te asesoren.

4- Desarrolla tu plan de negocios y define tus objetivos a corto, mediano y largo plazo. Es importante que identifiques todos y cada uno de los problemas u obstáculos que se pueden presentar para que desarrolles tu negocio, así como las oportunidades; pero también es necesario que delimites el tiempo que te tomará alcanzar tus objetivos.

5- Construye una estructura de soporte que te ayude a subsistir en el mercado, hasta que te fortalezcas. Existen centros de gestión y promoción de pequeñas empresas en universidades y comunas que pueden brindarte información, capacitación y ayudas económicas para que tu emprendimiento llegue a buen término. También puedes encontrar empresas grandes y proveedores que son muy flexibles y que apoyan a las pequeñas que se encuentran en formación; en ocasiones permiten el traspaso de información y hasta importantes beneficios si acaso son tus proveedores.

6- Conseguir el capital necesario puede ser la parte más complicada, pero sin dudas es deteminante para el éxito de tu proyecto. Es probable que, por tratarse de un nuevo emprendimiento los bancos se muestren reacios a ayudarte, a menos que seas cliente de uno de ellos; en tal caso puedes acudir a préstamos personales que admiten cheques o tarjetas de crédito y, a cambio, te dan efectivo.
Otra opción es buscar un socio de capital que sólo aporte dinero al proyecto que luego podrá recuperar de la empresa en funcionamiento.

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